12 febrero 2006

postal trece:




















Málaga es una ciudad portuaría y eso se nota en cada instante que uno pasea por sus calles. Olores de mar, ruidos de gaviotas y ese ver las cosas viejas, a veces rotas... de la fuerza del mar.

2 comentarios:

Portobello dijo...

El árbol de invierno a través del que vemos la labor en el mar que nutre. Ese árbol desprovisto de sus ropaje de primavera-verano, me gusta esa mirada, y la bruma del mar...

Anónimo dijo...

Esta fotografia presenta una composicion syncronizada de dos tipos de materia.Una la organica representada por el arbol y sus ramas desnudas entrelazadas. La otra en la lejania de inorganica de las gruas en colleccion silenciosa con sus partes imitando la naturaleza estatica. El arbol es captado como un marco mientras que las maquinas representan el reflejo del espejismo entre lo natural y lo creado por el hombre. El agua entre las maquinas o gruas y el arbol, aparece como una division parcial entre lo natural y lo fabricado. Cierra el contenido fotografico las cordilleras lejanas que enalzan las curvas de los brazos metalicos en contraste con las ramas del arbol. Las dos creaciones una natural y otra artificial permanecen estaticas entre el color platino y los elementos que los separan, el agua y las cordilleras. Una composicion muy equilibrada! Felicidades!